“En vez de recurrir a la Justicia, intentó resolver las cosas a su modo, y su modo está fuera de la ley”, concluyeron en el alegato. La defensa pidió la absolución. La sentencia se conocerá el lunes 28 de octubre.
Después de cuatro audiencias y la declaración de varios testigos, se celebró un día clave en el juicio contra Elián Valenzuela, conocido como L-Gante. En los alegatos de las partes, la fiscalía pidió que el cantante sea condenado a siete años de prisión por tres hechos que incluyen la privación ilegal de la libertad de un vecino de General Rodríguez y las amenazas a una mujer.
“El señor Elián Valenzuela, en vez de recurrir a la Justicia, intentó solucionar las cosas a su modo, su modo está fuera de la ley y la ley es igual para todos. Estamos claramente ante los delitos de daño y amenazas agravadas”, remarcó Adrián Landini, representante de la fiscalía, ante el Tribunal en lo Criminal Nº3 de Mercedes.
La querella, a cargo de los abogados Leonardo Sigal, Pablo Becerra y Rodrigo Avendaño -en representación de los denunciantes- pidió ocho años de prisión efectiva por amenazas calificadas por arma de fuego, “entendiendo la carencia de antecedentes penales por parte de Elián Valenzuela y sumando los agravantes correspondientes”.
Sigal aseguró que durante la investigación recibió varias amenazas por parte del entorno del músico. “Acordate que tenés un hijo de 12 años. Renunciá a la causa”, fue uno de los mensajes que dijo haber recibido.
Tras un cuarto intermedio, la defensa pidió la absolución. La sentencia se conocerá el 28 de octubre a las 12.
Las últimas palabras de L-Gante antes de la sentencia: “Estoy acá porque no quise poner dinero”
“Soy inocente y hoy estoy en esta sala de juicio porque no quise poner dinero. Salvo el señor fiscal, que me parece una persona honorable, que hace bien su trabajo y nos ha dado un discurso conmovedor si fuera así verídico, el resto (por los representantes de la querella) tiene una imaginación de director de cine o de un niño mentiroso”, dijo L-Gante en su última intervención ante el juez de la causa, Ignacio Racca.
Al igual que en las audiencias anteriores, L-Gante lució un traje negro con camisa y corbata al tono. “Quiero que sepa que estoy muy enojado por haber llegado hasta acá, porque yo me dedico a otras cosas. Pero ahora estoy muy interesado en estudiar derecho“, ironizó.
Y concluyó: “No me creo Dios y creo mucho en Dios, pero se me hace desagradable estar sentado frente a personas que se creen profesionales. Repito, hoy estoy acá por no permitir que me quiten mi dinero. Y voy a estar siempre a disposición de la Justicia”.
A lo largo de las distintas audiencias declararon varias personas que aportaron versiones diferentes sobre los tres hechos por los que el cantante llegó a juicio.
L-Gante está imputado por “amenazas, privación ilegítima de la libertad, amenazas calificada, tenencia simple de estupefacientes y encubrimiento calificado”.
Antes de la audiencia, Rodrigo Avendaño, uno de los abogados querellantes, adelantó a TN que sostendría la acusación “entendiendo que el delito está probado”.
“La sentencia va a unificar penas de tres causas, esto quiere decir que el máximo es alto porque es la sumatoria de los máximos de las penas”, aclaró.
Del mismo modo, Pablo Becerra, uno de los abogados del denunciante Darío Gastón Torres, sostuvo: “El delito de la privación ilegítima es el más grave, porque tiene una pena mínima de 5 años”. Y agregó: “Lo novedoso es que el lunes la defensa llevó un testigo de apellido Figueroa, al que trataron de colar adentro del auto de L-Gante. Dijo que no estuvo en el momento de la privación, porque se bajó antes con las dos chicas. En todas las preguntas que le hicimos contestó con inexactitud”.
El delito que podría complicarlo más es el de privación ilegítima de la libertad, hecho por el que Torres y Rosa Catalina Passi denunciaron ante la Justicia a L-Gante.
En su declaración, dijeron que Valenzuela los había mantenido privados de su libertad después de haberlos amenazado tras una discusión a la salida de un boliche en General Rodríguez.
Si bien durante el juicio Torres corroboró su relato y hasta aseguró que el cantante lo amenazó a él y a toda su familia con un arma, Passi le bajó el tono a la situación y no pudo asegurar que Valenzuela hubiera estado armado ese día.
Aun así, hubo otros dos testigos que dificultan la situación del cantante. Uno de ellos es Emanuel de Marco, amigo y supuesto chofer de L-Gante, quien está detenido por el delito de “privación ilegítima de la libertad”. Se lo acusa de haber acompañado al músico en su camioneta el día del hecho.
“Había mucha tensión y Elián efectuó un disparo que asustó a una de las chicas. Disparó a través de la ventanilla del acompañante”, sostuvo.
Según relató De Marco, una de las jóvenes desafió al cantante de cumbia y le dijo que no se iba a animar a disparar. Luego él sacó el arma por la ventanilla y lo hizo en medio de la General Paz. Según el chofer, todo quedó grabado en un video. De ahí, el grupo se dirigió a la casa de Torres, donde el cantante, según el relato de su amigo, lo amenazó con el arma.
De la misma manera, Osorio, uno de los policías que vio al cantante de cumbia mientras llevaba en su camioneta a Torres y a Passi, declaró que mantuvo un breve diálogo la madrugada del hecho. “¿Se sintió intimidado por Valenzuela?”, le preguntaron y el testigo asintió, al mismo tiempo que confirmó que L-Gante le dijo que iba a solucionar el conflicto por su propia cuenta.
El lunes pasado declaró Figueroa, testigo propuesto por la defensa. Admitió que estuvo en el auto de L-gante durante una parte del trayecto, pero no pudo responder varias de las preguntas que le hicieron las querellas.
Lo llamativo de este relato es que cuando Valenzuela declaró, siempre dijo que con él habían viajado su amigo De Marco y otras dos chicas. Nunca mencionó a Figueroa.
La versión de L-Gante durante el juicio
“Yo estaba en la Bresh y sabía que otros amigos estaban en un boliche de General Rodríguez trabajando. Sabía que estaban Torres, toda su familia y Passi, que son compañeros de trabajo en la municipalidad”, contó sobre la noche en la que lo acusan de haber secuestrado y amenazado a dos personas.
En ese contexto, relató: “Me dijeron que los Torres estaban todos borrachos. Él le dijo a mis amigos que era el delegado del barrio y estaba encargado de dar habilitaciones en boliches, mientras mis amigos estaban trabajando”.
L-Gante contó que la familia Torres “se puso violenta contra el auto de Javier Serrano” y que eso derivó en una discusión que, según dijo, no sabe si terminó en una pelea. Luego de eso todos sus amigos fueron hacia su casa.
“Los Torres no fueron a su casa, fueron a la puerta de mi casa a buscarle pelea a mis amigos. Se pelearon Gastón Torres y sus hijos con mis amigos”, declaró.
En la continuación de esa secuencia, el artista contó que recibió la noticia de la pelea cuando viajaba de General Rodríguez hacia Palermo. “Le dije que lo iba a llamar a Torres, que me llevaba re bien. Lo llamé y me hablaba de una forma que no entendía, estaba borracho. Ahí le dije que iba para Rodríguez y hablábamos bien”.
“Llegando a Rodríguez vi que muchos patrulleros encaraban para el barrio. Vi que estaban mis amigos afuera mirando para la casa de los Torres, que viven en frente de mi casa. Pensé que lo mejor era ir para ahí, donde estaban su mujer y todos sus hijos”, contó.
Sobre el momento en que llegó, relató: “Yo en el auto iba manejando y bajé la ventanilla del copiloto. Los torres se peleaban por ver quién hablaba conmigo. Les dije que no me rompieran las bolas, que quería hablar con Gastón. Cuando se acercó, le dije que fuéramos a dar una vuelta, así me contaba todo tranquilo. ´Te acompaño´, me dijo”.
En ese sentido, agregó: “Ahí fuimos a buscar a Rosa, que fue idea mía, para que ella estuviera presente porque Gastón estaba borracho y se complicaba tener un diálogo. Dimos unas vueltas y ya no había más nada que hablar, habrán sido 15 minutos”.
“Cuando fuimos a buscar a Rosa, ahí sí pasé por casa. Estaba lleno de policías y yo ya estaba con ella y Gastón en el auto. Me bajé y hasta tuve que cerrarle la puerta a un patrullero porque no pasaba. Yo digo: ¿Si Torres y Rosa estaban secuestrados, no le hubieran avisado a la policía?”, planteó.
En el cierre de su relato, L-Gante contó que llegó hasta una estación de servicio de General Rodríguez y les dijo a ambos que no los iba a llevar hasta el barrio porque “estaba de mal humor”, por lo que -según comentó- les dio $4000 para que se fueran a su casa. “Al otro día fui al barrio y me enteré de que me habían denunciado. Yo dije, ´pero si se pelearon con los otros´”, agregó.
“Yo nunca privé a nadie de la libertad, no estoy de acuerdo con eso”, dijo el artista en el cierre de su presentación.
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